viernes, 11 de julio de 2014

EL EFECTO MULTIPLICADOR


 Cuándo hay un ambiente con una dinámica positiva, con efectos expansivos y sus acciones y resultados son visibles a la sociedad en general.






La motivación intrínseca y la motivación extrínseca

En el mundo actual en el cual vivimos, estamos en un constante devenir de circunstancias que, muchas veces, nos sumergen en la incercia.


El camino de la inercia es claro y conciso: nos dejamos llevar por las circunstancias y acabamos actuando de manera rutinaria. ¿Acaso pensamos en qué nos lleva a actuar de una manera u otra? ¿Cuáles son los verdaderos motivos que nos encaminan en la dirección que tomamos? ¿Cuáles son los motivos que nos llevan a actuar tal como lo hacemos?

Conocer cuáles son los motivos que nos guían nos sirve para conocer realmente qué es lo que nos lleva a tomar ciertas decisiones o porqué nos decantamos por una elección u otra. A veces, nuestra propia obcecación nos nubla cuáles son los motivos verdaderos y actuamos de manera equivocada, debemos reflexionar cuáles son las  motivaciones que impulsan nuestras decisiones.

Conocer nuestras motivaciones es conocernos como personas.

Es el camino del autoconocimiento.
La motivación intrínseca y la motivación extrínseca

A la hora de analizar las motivaciones que nos guían en nuestra vida diaria, podemos encontrarnos con dos tipos de las mismas: motivaciones intrínsecas y motivaciones extrínsecas. En la vida práctica es difícil discernir con claridad si sólo nos encontramos ante una motivación intrínseca o extrínseca, ya que habitualmente se ven entremezcladas; podemo sentir un claro interés personal intrínseco y a la vez nuestra conducta se puede ver reforzada por valores extrínsecos. Vamos a analizar ambos tipos de motivaciones:

La motivación intrínseca: de manera sencilla se ha defenido como la conducta que se lleva a cabo de manera frecuente y sin ningún tipo de contingencia externa. El propio incentivo es la realización de la conducta en sí misma, los motivos que conducen a la activación de este patrón conductual son inherentes a nuestra persona. Por ejemplo: cuando ponemos en práctica un hobby, cuando realizamos una actividad por el hecho de superarnos a nosotras mismas.

La motivación extrínseca:

  son aquellas actividades en las cuales los motivos que impulsan la acción son ajenos a la misma, es decir, están determinados por las contingencias externas. Esto se refiere a incentivos o reforzadores negativos o positivos externos al propio sujeto y actividad. Por ejemplo: satisfacer expectativas en el trabajo, el propio salario del trabajo, cuando hacemos algo a cambio de un bien material etc.

La motivación intrínseca:

A la hora de realizar actividades, debemos admitir que la motivación extrínseca es necesaria para empezar rutinas (como en la escuela o el trabajo), sobre todo en los más jóvenes, pero una vez iniciadas las actividades lo correcto sería que se mantuvieran por motivaciones intrínsecas (esto no siempre es posible, pero hay que intentarlo en el día a día).

Las características principales para que una conducta se considere intrínseca tienen que ver con dos conceptos: la autodeterminación y la competencia.

Estos sentimientos de competencia y autodeterminación no requieren de motivaciones externas ni biológicas para su aparición, si no que son el agente causal de la propia conducta. Como seres humanos necesitamos transcender, buscamos explorar nuestras propias compentencias y necesitamos conocer cuáles son y ponerlas apunto día tras día. La competencia se entiende como el deseo personal de controlar nuestro propio ambiente (White).

Fuente :PsicologiaMotivacional.